Estimados vecinos de Ancud:
Hemos creado este espacio para denunciar las pretensiones del señor Pablo Ossio
Muñoz de llegar nuevamente al sillón comunal.
Empezaré contando una anécdota que sucedió durante las últimas primarias
para definir al candidato que representaría a la Democracia Cristiana de cara a
las elecciones municipales de este año.
Debo aclarar que siempre me he sentido cercano a la Concertación en términos
ideológicos, sin embargo nunca me he considerado un fanático político, por lo
que mi conciencia no está condicionada a militancia de ningún tipo. Conducta
que debiera distinguir al votante honesto, inteligente, informado.
El día 15 de enero me dirigí al local establecido para votar por la que era
mi candidata, es decir, la señora Soledad Moreno, de quien había recibido muy
buenas referencias, y de quien me habían asegurado mantenía una distancia moral
respecto a su marido el ex alcalde Ossio quien fuera condenado e inhabilitado
de por vida para ejercer cargos públicos. Caber recordar que la justicia dio un
veredicto irrefutable :el tribunal oral en lo penal de Castro fijó una pena
aflictiva de 3 años y 1 día de presidio remitido, es decir, firmando y bajo
control de Gendarmería, más una inhabilidad perpetua para ejercer sus
derechos políticos y cargos públicos. Grande fue mi sorpresa al encontrarme
de sopetón con una escena que no puede definirse de otra forma más que de repugnante;
el señor Pablo Ossio, ex alcalde de Ancud, condenado de por vida para ejercer
sus derechos políticos, entregaba de su propia mano un billete de cinco mil
pesos a cada votante a medida que éstos abandonaban el centro de votación y
abordaban buses(que luego supe había arrendado el propio señor Ossio junto a su
mujer la señora Moreno para realizar acarreo de votantes desde los sectores rurales
de la comuna) Debo confesar que esta situación me produjo un tremendo shock,
una mezcla de rabia, decepción, y pena al constatar que esas prácticas ilegales
y reñidas con el más mínimo valor democrático y moral se estaban dando en
nuestra querida comuna, y peor aún, quienes las ejecutaban eran aquellos que
representaban nuestros ideales y aspiraciones ciudadanas. Me sentí estafado y
engañado. Mi primera reacción ante tamaña asquerosidad política fue negarme a
participar de un proceso viciado, y me alejé del lugar con un profundo pesar y
una vergüenza infinita por los hechos acontecidos durante esa jornada. Debo
advertir que al pasar los días, nuevos antecedentes fueron apareciendo,
situaciones similares se pudieron constatar en varios sectores rurales, pagos
de votos en los buses y en algunos casos, en el propio domicilio de los
votantes.
Sin embargo lo más grave no fueron los hechos delictuales cometidos por el
señor Ossio y su esposa la señora Soledad Moreno. Lo más grave fue que muchos
llamados "Periodistas" fueron testigos directos de estos hechos y
NINGUNO fue capaz de denunciar estas aberraciones en sus respectivos medios de
comunicación. Es en estos momentos cuando viene a la memoria una frase para el
bronce: "Más grave que los crímenes de los Perversos, es el silencio de
los Bondadosos"
A estas alturas queda más que claro que la Señora Moreno no es más que un
títere político del señor Ossio, él es quien escribe las pautas recitadas de
memoria por la señora Moreno. La señora Moreno es la puerta de entrada que
tiene Ossio para acceder nuevamente a la alcaldía y de ese modo, beneficiarse
económicamente como lo hizo en el pasado, y si no lo evitamos nosotros, lo
seguirá haciendo en el futuro.
Estimados Vecinos: No permitamos que destruyan una ciudad que es de todos.
Dejemos las pasiones políticas de lado y demos paso al ciudadano inteligente
que tenemos todos, ese ciudadano que es capaz de analizar, de revisar, de dar
una mirada objetiva y limpia de los hechos. De lo contrario pasamos a ser
fanáticos enceguecidos incapaces de reconocer el rostro de los verdaderos
malvados e hipócritas.
Viva Ancud, viva Chiloé, viva la comuna libre de políticos corruptos que
sólo buscan el beneficio propio en desmedro del desarrollo de todos.
Por esto y mucho más OSSIO NUNCA MÁS